24 de marzo de 2016

Todo empieza con una idea



Todo el mundo tiene ideas, pero no todo el mundo es capaz de llevarlas a cabo. Posiblemente se trata de un problema de estructura mental y física. Cualquiera puede hacer una hamburguesa mejor que McDonald, pero no todo el mundo tiene la capacidad de construir una infraestructura entorno a esa idea. 
 
¿Cómo alguien puede tener la idea de crea Facebook o Twitter y de plasmar esa idea en el mundo físico? ¿Cómo se construyen oficinas y se contrata personal? ¿De dónde sale el dinero para convertir una idea en realidad? ¿De dónde sale la energía para convertir una idea en algo utilizable tangible?

Primero en la mente 

En su libro los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, Covey habla de este tema. También es una de las premisas del libro, Piense y hágase rico, de Hill.

Primero está la idea. Pero para que la idea nazca en el mundo real hace falta algo más. Se trata de energía, del poder necesario para pasar un simple pensamiento al mundo de los mortales. 

Si quiero crear una aplicación web ¿Cómo hago para convertirla en algo real y útil? en mi caso como no sé escribir código tendría que conseguir un socio que si supiera o contratar un empleado. Y llegamos al problema del dinero, si queremos que un proyecto tenga éxito vamos a necesitar dinero. 

En el fondo el dinero simboliza la energía que necesitamos los seres humanos. Muchos grandes negocios como Dell, Apple y otros surgieron en una habitación de universidad o en un garaje. 

Se trata de aprovechar al máximo los recursos que tenemos para convertir nuestras ideas en realidad.

Llevo muchos años creando proyectos, fracasando y alcanzando algunos éxitos. Creo que la acción es el mejor maestro para las personas que nos dedicamos al mundo de la creatividad. 

La acción es la mejor amiga de la idea. 

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